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Villa del Parque, miércoles 12, 4:22 pm.
1
A 5 Km. de Villa del Parque, Dante tomó la rotonda de distribución que apartaba al Transito pesado de la zona urbana. Dante tuvo que hacer maniobras y cambios que chillaron en seco, en consecuencia puteo con los fierros. Quiso pasar de primera a segunda, la palanca parecía estar atascada y provocaba ese ruido que, sintió como si se le cayeran los dientes y Nikita gritó "Animal, me vas a romper el auto"
Dante contestó que el Chevy estaba para el desarmadero y Nik se amoscó "No sabes nada"
Entraron en una discusión al pedo: los japoneses, coreanos, cajas de cambio automáticas ¡Todo hecho de putos plásticos! Nada que ver con un Chevy, o un Torino, o un Ford Fairlaine 500, el Falcon, el Lincoln Continental, Ambassador 990. Dante estaba podrido del catálogo oral de Mercado Libre vendiendo autos antiguos y le dijo a Nikita, corto y al pié "Dejate de joder, boludo".
Cruzaban las calles de la Ciudad doblando a derecha, izquierda hasta desembocar en un Bulevar con palmeras, árboles y arbustos decorativos con farolas y asientos a lo largo de la Avenida Gral. Artigas.
Entraron en una discusión al pedo: los japoneses, coreanos, cajas de cambio automáticas ¡Todo hecho de putos plásticos! Nada que ver con un Chevy, o un Torino, o un Ford Fairlaine 500, el Falcon, el Lincoln Continental, Ambassador 990. Dante estaba podrido del catálogo oral de Mercado Libre vendiendo autos antiguos y le dijo a Nikita, corto y al pié "Dejate de joder, boludo".
Cruzaban las calles de la Ciudad doblando a derecha, izquierda hasta desembocar en un Bulevar con palmeras, árboles y arbustos decorativos con farolas y asientos a lo largo de la Avenida Gral. Artigas.
Nik se había enojado, miraba la "textura" de Villa del Parque y vio una mujer caminando bajo la lluvia.
--- ¡Mirá! Allá, entre los árboles ¡Una morocha desnuda! -- gritó.
--- ¿A dónde, ruso?
Dante miró, ateniendo el transito del Bulevar y el parque que señalaba Artemiev
--- ¡No hay nadie pelotudo!
Dante miró, ateniendo el transito del Bulevar y el parque que señalaba Artemiev
--- ¡No hay nadie pelotudo!
--- ¿Soy ciego? -- gritó.
--- Sos pajero ¡Mirá bien, la concha de tu madre!
La textura de la mujer desnuda entre los arboles desapareció y Nik se dio de narices con una ancha vereda, un banco de plaza y en el fondo un tipo con paraguas: "¿A quién carajo espera?" dijo refunfuñando.
Dante siguió dando vueltas bajo la lluvia que arreciaba sobre la chapa del techo del auto. Cualquier palabra quedaba remachada por el ruido.
De pronto, el Chevy desembocó en la gran plaza central con más palmeras, árboles bicentenarios, canteros de rosas y flores, arbustos ornamentales y una coqueta glorieta para espectáculos populares.
Dante estacionó en la Avenida Montoneros, lateral izquierdo de la plaza, a veinte metros del Café-Restó-Bar "El Imperial". Acomodó el morral y levantó la mochila. Nik tenía un pie afuera mojándose.
--- ¿Vamos? -- dijo.
Dante le tiró las llaves del Chevy amarillo.
--- Esperame en "El Imperial" un par de horas. Tengo que hacer, me desocupo y te veo ruso.
No era lo que Nik esperaba y se lo hizo saber a su cara: se le cayó la mandíbula y abrió la boca.
Dante se rió.
--- No te chives, boludo -- dijo.
Después corrió y desapareció en la primer bocacalle.
Nik se metió otra vez en el Chevy con la mirada perdida, inmóvil como narcotizado y la convicción que era un estúpido.
Cuando se le pasó y volvió a sentir su agitado corazón y la sangre bombeando en la sien, sacó la botella de Smirnoff, pegó la boca al gollete y se mandó un trago sin respirar. Después levantó la botella y vio que le quedaba el fondo que no alcanzaba ni para mojar el garguero..
Tiró la puta botella de vodka en el piso del asiento de atrás, abrió la puerta y corrió al "Imperial".
Nikita observó que el envión de la carrera, lo dejó en medio del Restó - Bar casi oscuro. Incomodo miró al tipo al lado del ventanal, otro más allá con una Laptop, el mozo sentado en la barra durmiendo con los ojos abiertos y el que estaba detrás de la barra, tenía los codos apoyados, las manos sostenían el celular y los dedos parecían tocar una sonata. Nadie le dio bola. Ni siquiera levantaron la vista.
Nik tenía mucho frío, estaba mojado y necesitaba un café bien caliente y cargado. Buscaba una mesa al lado del ventanal, con vista a la plaza en brumas, pensó que no le vendría mal, mejorar el humor con un un "Carlitos". (*)
Mientras esperaba al mozo, que seguía durmiendo sentado en la banqueta de la barra, Artemiev le tenía clavado los ojos y agitar la mano para llamar la atención: al pedo, el gordo torraba como un hijo de puta. Había algo de luz que se reflejaba en las botellas y otra Led que colgaba en el fondo y caía sobre dos o tres mesas y dos poster de pared. Nikita clavó los ojos en esas laminas de grandes dimensiones y bin iluminadas mientras el local estaba en penumbras.
2
¡Mierda! Eran pasadas las cinco de la tarde, y Nik estaba sentado junto al ventanal de la plaza, miraba a la barra y agitaba la mano. Le dolía el cuello de tanto dar vuelta al pedo ¡Nadie lo atendía! Estaba cabreado y si el gordo mozo con moño viniese meneando el culo, lo echaría a la mierda con cajas destempladas. Así de mal estaba Artemiev.
Irritado, juntó sus cosas y salió como una tromba del "Imperial"
¿Qué podía hacer? ¡La botella de Smirnoff estaba vacía!
3
Dante siguió dando vueltas bajo la lluvia que arreciaba sobre la chapa del techo del auto. Cualquier palabra quedaba remachada por el ruido.
De pronto, el Chevy desembocó en la gran plaza central con más palmeras, árboles bicentenarios, canteros de rosas y flores, arbustos ornamentales y una coqueta glorieta para espectáculos populares.
Dante estacionó en la Avenida Montoneros, lateral izquierdo de la plaza, a veinte metros del Café-Restó-Bar "El Imperial". Acomodó el morral y levantó la mochila. Nik tenía un pie afuera mojándose.
--- ¿Vamos? -- dijo.
Dante le tiró las llaves del Chevy amarillo.
--- Esperame en "El Imperial" un par de horas. Tengo que hacer, me desocupo y te veo ruso.
No era lo que Nik esperaba y se lo hizo saber a su cara: se le cayó la mandíbula y abrió la boca.
Dante se rió.
--- No te chives, boludo -- dijo.
Después corrió y desapareció en la primer bocacalle.
Nik se metió otra vez en el Chevy con la mirada perdida, inmóvil como narcotizado y la convicción que era un estúpido.
Cuando se le pasó y volvió a sentir su agitado corazón y la sangre bombeando en la sien, sacó la botella de Smirnoff, pegó la boca al gollete y se mandó un trago sin respirar. Después levantó la botella y vio que le quedaba el fondo que no alcanzaba ni para mojar el garguero..
Tiró la puta botella de vodka en el piso del asiento de atrás, abrió la puerta y corrió al "Imperial".
Nikita observó que el envión de la carrera, lo dejó en medio del Restó - Bar casi oscuro. Incomodo miró al tipo al lado del ventanal, otro más allá con una Laptop, el mozo sentado en la barra durmiendo con los ojos abiertos y el que estaba detrás de la barra, tenía los codos apoyados, las manos sostenían el celular y los dedos parecían tocar una sonata. Nadie le dio bola. Ni siquiera levantaron la vista.
Nik tenía mucho frío, estaba mojado y necesitaba un café bien caliente y cargado. Buscaba una mesa al lado del ventanal, con vista a la plaza en brumas, pensó que no le vendría mal, mejorar el humor con un un "Carlitos". (*)
Mientras esperaba al mozo, que seguía durmiendo sentado en la banqueta de la barra, Artemiev le tenía clavado los ojos y agitar la mano para llamar la atención: al pedo, el gordo torraba como un hijo de puta. Había algo de luz que se reflejaba en las botellas y otra Led que colgaba en el fondo y caía sobre dos o tres mesas y dos poster de pared. Nikita clavó los ojos en esas laminas de grandes dimensiones y bin iluminadas mientras el local estaba en penumbras.
2
¡Mierda! Eran pasadas las cinco de la tarde, y Nik estaba sentado junto al ventanal de la plaza, miraba a la barra y agitaba la mano. Le dolía el cuello de tanto dar vuelta al pedo ¡Nadie lo atendía! Estaba cabreado y si el gordo mozo con moño viniese meneando el culo, lo echaría a la mierda con cajas destempladas. Así de mal estaba Artemiev.
Irritado, juntó sus cosas y salió como una tromba del "Imperial"
Había dejado de llover, pero el cielo estaba cubriéndose con agitadas
nubes cada vez más negras y de
pronto el día se hizo noche y las luces de la calle y de los negocios se encendieron.
Nik corría sin destino y sacaba cuenta que, desde que
subieron al Chevy en la casa de Dante,
habían pasado doce horas y solo avanzaron cuarenta kilómetros.
Y acá, en Villa del Parque, se encontraba tan cerca del
punto de partida, que podía toparse a la
vuelta de la esquina, con San Martín, el de la plaza Independencia, que se
había bajado del caballo para no mojarse. O con Freuke y su banda en la fila
del McDonald’s.
Nik se metió en el Chevy, escondido de miradas,tomar el último tragos de vodka: basculó con su cuerpo sobre el respaldo del asiento y casi se va de cabeza, buscando a los manotazos la botella.
¿Qué podía hacer? ¡La botella de Smirnoff estaba vacía!
Nikita Artemiev estaba mojado, tenía frío, puteaba de bronca y maldecía al pana Dante, a dios, el diablo y la fila de santos.
Pensó que era adulto y debía dominar su temperamento y dejarse de mariconadas. Probó ser un monje budista "Nada importa, todo está escrito y predestinado: la meditación es la droga para aquietar la mente rebelde, enojada. Respiró hondo por la nariz, retuvo el oxigeno y exhalo. Tal y cual les enseñó la "viejita rama de cerezo" en las sesiones de Yoga con Eva.
Apoyó la cabeza en el respaldo y a punto de lagrimear dijo "¿Dónde está mi sueño, mi querida, amada Eva?"
Pensando en Eva, dormitó unos minutos y cuando abrió los ojos sacudió la cabeza. "¿Qué estoy haciendo acá?" dijo.
Sacó
el celular y estudió las
fotos que había capturado en la YPF.
Imaginó que podía hacer foto-montaje con título "Dos ratis y la
pendeja cogiendo en el playón de la estación de servicio"
Pensó trucar: superposición de imágenes, música regge y subirla a You Tube, pero no tenia ninguna otra genialidad para agregar. Fastidiado
dejó de pensar en la creación artística. Tiró el celular al asiento libre.
Abrió un paquete de cigarrillos: leyó la frase de terror mortal con grandes letras negras “Fumar causa impotencia
sexual”.
Prendió un pucho, tosió y pensó que tenía que mover el culo para ir a buscar una botella de vodka. Cerró los ojos "Está bien, ya voy" susurró, tiró el cigarrillo, apoyó la barbilla en el pecho. Casi enseguida se durmió.
Entre tanto cayeron baldes de agua sobre Villa del Parque.
Artemiev dormido se deslizaban para el costado, corregía la vertical y al minuto volvía a caer hasta que levantó la cabeza y se mordió la lengua.
--- La puta madre que me remil parió -- gritó en su capsula amarilla.
--- La puta madre que me remil parió -- gritó en su capsula amarilla.
Miró alarmado para encontrar un punto
de referencia en donde mierda estaba. Ah sí, en Villa del Parque, estacionado en Av. Montoneros, lateral izquierdo de la plaza, se dijo.
Miró la hora: 6:15 pm.
Tenía la boca seca, tenía hambre y sed..
Salió del auto y se sumo a la corriente de gente con paraguas bajo la lluvia y el viento.
Salió del auto y se sumo a la corriente de gente con paraguas bajo la lluvia y el viento.
Nikita corrió para no mojarse, buscando un "Super": corría pegado a los negocios y volvía corriendo frustrado "¿Donde mierda había un puto Super en Villa del Parque"
Encontró en una calle transversal un "Carrefour Express".
Encontró en una calle transversal un "Carrefour Express".
Dejó el morral al bolsero y se abrió entre las decenas de compradores…buscó
la sección "Licores" y delante de los
estantes de botellas y se quedó más de diez minutos frente a Vodka
Smirnoff, Moskovka: las agarraba, miraba, las ponía en el canasto y las sacaba del canasto para volver a ponerlas en su lugar del estante. Era una cuestión de precio - capital efectivo disponible.
Finalmente optó por pagar con la Tarjeta y puso en el canasto
de plástico, una botella "Moskovka". De la "Fiambrería" sacó un bastón de salame picado grueso y 5 ajíes en
vinagre y un frasco de pepinos agridulce. En el sector "Bazar", tiró en el canasto, un set con 2 cuchillos y 2 tenedores Tramontina.
En la caja, hizo cola y cuando le tocó pagar, sacó la Tarjeta azul de Mastercard del Banco Provincia, y se la entregó a la cajera.
En este punto, la cola se trabó y los carritos cargados, por viejas impacientes, mal educadas, serpenteaban entre las góndolas. Las puteadas llegaban a los oídos de Nik, rojo de vergüenza: la tarjeta era rechazada por el Postnet, una y otra vez.
La muchacha le sonrió con ojos azules y dientes blancos sobresaliendo dos incisivos. Nikita parecía ser un fetichista: los dos incisivos de una mujer sobresaliendo de la fila de dientes blancos, lo volvía loco, y tanto que, ojos azules, la boca roja, la hilera de dientes blancos y los dos incisivos eran un fresco de Eva. Que la tarjeta, el fantasma de Eva sobrevolando sobre la joven cajera; se puede entender por qué la cola de viejas con changuitos recargados detrás de Nikita llegaba a los "Congelados" y todos puteaban a coro y hacían pesada bromas que, no solo lo incomodaron a él, sino que la cajera se puso roja de vergüenza.
--- Si la pasó otra vez y la rechazan, tengo la obligación de retenerla, dársela al supervisor -- dijo.
Nik estaba en una encerrona y no tenía tiempo de pensar. Agarró la botella de vodka Moskovka y el frasco de pepinos y se apuró a dejar las dos cosas en cualquier lugar, manoteó la "Popova" y volvió enseguida a la caja. La cajera seguía sonriendo, como si tuviese una máscara pegada. Artemiev pagó en efectivo y se rajó del Carrefour sin decir buenas noches.
Otra vez se desencadenó nuestra tormenta de todos los días, la lluvia caía helada como chingadas almas muertas.
Encorvado por el frío, el viento y la lluvia, caminó con la bolsa del Carrefour y el morral hasta meterse en el Chevy.
Dio señales de vida y buen humor a medida que engullía el bastón de salame y se enjuagaba la boca con tragos dela "Popova: alcohol medicinal con agua de la canilla y algún químico estabilizante ¡Una porqueria! pero barata. Los ajíes en
vinagre le refrescaban con acidez, picor
y le limpiaban la boca del sabor de la vodka trucha. Lo más caro que tenía la "Popova", era la etiqueta dorada con las cúpulas de la Catedral de San Basilio al extremo sur este de la Plaza Roja y nada más.
Dio señales de vida y buen humor a medida que engullía el bastón de salame y se enjuagaba la boca con tragos de
Nik volvió al “Café-Restó-Bar “El Imperial” a encontrarse
con Dante.
Estaba lleno, como se dice "de bote en bote".
Nikita se quedó en la puerta sorprendido por el cambio del orden y silencio de la
siesta, al ruido, desorden, las luces prendidas y unas cuantas mozas jovencitas surfeando por entre las mesas exhibiendo sus frescos atributos (***) a la clientela. "¡Qué pendejas, tío!" pensó el chingado baboso.
Las voces tronaban en el ambiente de ventanales cerrados: la
posición de las mesas había cambiado; algunas fueron llevadas para juntarse con
otras y las sillas corrieron detrás de cada culo que las iba ocupando. Era la
hora del café, del aperitivo: Fernet, Marcela, Lusera, del whisky, de los chistes… antes de la cena.
Nik tuvo suerte. Pegado al ventanal un tipo se levantó, Artemiev saltó como un rayo y ocupó la silla caliente.
Respiró hondo, apartó los deshechos del anterior morador, acomodó el morral, puso el celular a la vista, la libreta negra, el libro de Murphy, vació el cenicero en la taza de café, prendió el cigarrillo de la cajilla que mostraba a un chico con una mascara de oxigeno “El humo de tabaco intoxica a los niños” Se dio por enterado, tosió y observó que cruzando la calle brillaba el “Café y Tragos + Tu lugar” copado por la abigarrada barra heavy de la Villa.
Respiró hondo, apartó los deshechos del anterior morador, acomodó el morral, puso el celular a la vista, la libreta negra, el libro de Murphy, vació el cenicero en la taza de café, prendió el cigarrillo de la cajilla que mostraba a un chico con una mascara de oxigeno “El humo de tabaco intoxica a los niños” Se dio por enterado, tosió y observó que cruzando la calle brillaba el “Café y Tragos + Tu lugar” copado por la abigarrada barra heavy de la Villa.
Miró a la avenida y encontró al último Montonero sentado
sobre sus patas traseras y el culo en el agua, mientras todos parecían huir de
la lluvia que caía con toda su furia.
Le pareció gracioso y esbozó su primer
sonrisa de lo que iba el día ¿Cuál era la gracia?
FIN
Relato 17 a.
"Los hechos y/o personajes de los Relatos de
"JUNIO" son ficticios.
Cualquier similitud con la realidad
es pura coincidencia"
Referencia.
(1) "CARLITOS" Sandwich caliente.
"Fue de lo más sencillo. En la máquina donde se hacían los lomitos se me ocurrió poner pan, manteca, jamón cocido, queso y ketchup". Quien habla es Rubén Ramírez, el creador del mítico sándwich: el Carlitos." Definitivamente su origen es rosarino (Santa Fe, Argentina) y es un sándwich de miga tostado.(1) "CARLITOS" Sandwich caliente.
Sonrisa
Es uno de los rasgos que los hombres notan casi “inmediatamente” en la mujer. Cuando ellas sonríen sinceramente y con frecuencia les resultan más atractivas y accesibles porque en ellos se activa la señal de recompensa.
Cuando las mujeres sonríen (en los hombres) se activa la corteza orbitofrontal, ubicada en el lóbulo frontal del cerebro, encargada de procesar el sentido de recompensas y satisfacción”, indica un artículo publicado en la revista .
Ojos
Aunque parezca inverosímil, los ojos son el reflejo del alma y los hombres lo saben (inconscientemente) por ello es uno de los atributos que llama su atención.
Con la mirada en ellos se producen reacciones químicas y se acelera el ritmo cardiaco. Si mantienen la mirada fija por más de 8,2 segundos es señal de que sucumbió a los encantos de la mujer, afirma una investigación publicada en .
Cabello
Una cabellera larga y abundante atrae a los hombres porque lo relacionan con la salud, juventud y fertilidad.
Especialistas explican que el pelo más largo ayuda a disimular rasgos faciales. Tiende a hacer que la línea de la mandíbula se vea más perfilada y los pómulos con mayor definición.
Curvas
La proporción de las caderas y la cintura atrae la mirada de los hombres. Para ellos, este tipo de cuerpo es sensual, símbolo de fertilidad y de buena salud en general.
Steven Platek, neurocientífico de la Universidad Georgia Gwinnett College en Lawrenceville, Estados Unidos, dice que los cuerpos curvilíneos activan el sistema de recompensa en el cerebro, produciendo un efecto de placer tal como pasa con la cocaína"
Pechos
Después de la sonrisa y los ojos, la mirada de los hombres se fija activa y discretamente en los pechos de la mujer. Aunque no necesariamente sean grandes. Regularmente prefieren los de un tamaño discreto y bien formados.
Además de lo anterior, los hombres consideran que las piernas largas son otro atractivo en la mujer que suelen escanear a primera vista.
En días
Nikita Artemiev y Dante cenan en "EL Imperial". La cuestión es: no solo qué comieron, que vieron y de qué hablaron.
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Para Nikita Artemiev, un mal momento de la expedición con Dante.
Y EL FINAL DEL RELATO 16
Nikita Artemiev y Dante presenciaron la entrada en la Estación de Servicio de Colectivos y motos con la barra brava del fútbol, preparados a luchar o morir en el partido de Los Diablos) Independiente contra (Los Santos) San Lorenzo a jugarse el próximo sábado 15 a la tarde, la final del campeonato. Se jugaba el descenso.
Fin de este POST
Relato 17
Felicidades y alegría amigos.
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