Villa del Parque, miércoles 12, 9:12 pm.
1.
Llovía y el pavimento reflejaba las luces de los de autos salpicando a los boludos que esperaban remises ocupados. Esto era lo que Nikita Artemiev miraba embroncado desde el Restó - Bar - Tragos "El Imperial". Dante había desaparecido hace media hora con una rubia y Nik estaba enojado, él también hubiera querido salir de fiesta con su amigo y amiga de la amiga: pero Dante, con las gafas oscuras salió disparado detrás de la mina, pero antes le dijo: "Esperame, ya vuelvo".
Aunque a Nikita, no se le haya pasado el mal humor, no se quedó mirando el vaso de cerveza amarilla sin espuma, movió la cabeza y sobrevoló con cara de pocos amigos por "El Imperial", cruzó la vereda del "Café, Tragos + Tu Lugar" y se quedó allí. Algo se estaba preparando: habían colocado balizas reservando un espacio de diez metros para que un camión de porte estacione sin agarrarse a trompadas con otros culicagados. "¿Qué mierda están haciendo?”, pensó, mirando a los patovicas, con remeras ajustadas, caminar con celulares en la oreja y al mismo tiempo, los tipos besaban a las pendejas, que irrumpían en grupetes alborotadas y chillando pasadas de drogas, sexo y alcohol: así las veía Nik, que para decirlo rápido: él mismo, estaba pasado de vodka, cerveza, bronca y tenía la testosterona en ebullición, largaba fuego por los ojos como un volcán por estallar llevándolo a la mierda por los aires.
"El Imperial": estaba colmado de gente exultante de mediana edad: hombres y mujeres que, como sus hijos, en "Tragos + Joda enfrente, buscaban el mismo desenfreno aunque, mas contenidos y civilizados, pero hacían ruido a mandibula batiente. ¡Qué chimba!
Desde su lugar en la mesa, que ocupaba en el Restó-Bar
“Imperial”, Nikita Artemiev vio que había llegado el transporte de bebidas: Cerveza, Coca Cola, y un cargamento de vodka Smirnoff para promoción: en el toldo lateral habían colgado una gigantografía, que se la viera de
cualquier punto. Tal vez, en algún momento, empezaría la joda repartiendo tragos gratis por promotoras como la exhibida en el camión. Nik dudó en quedarse con el culo pegado a la silla o cruzar corriendo la calle.
Vagó por las piernas de la mujer recostada en la barra y cuando aterrizó en su mesa, para secarse la baba, en su mesa, se encontró a un viejo canoso frente suyo. Al Viejo le brillaba la calva, era delgado, nariz aguileña, rostro de extrema palidez, tenía puesto un traje gris oscuro de corte inglés impecable, camisa blanca y moño. Estaba sentado delante suyo, en la silla que dejó Dante y lo escudriñaba con atención detrás de sus pobladas cejas grises.
2.
El viejo habló con voz ronca.
--- Por favor no se moleste. Mi nombre es Charly y lo estuve
observando. Nik, usted está muy solo y enfermo.
La sorpresa despabiló a Nikita y el nivel de su enojo general, subió dos grados “¿Qué quería este tipo?” Pensó y le hizo
señas a la moza.
No quería responder en plena ebullición.
No quería responder en plena ebullición.
--- Cerveza – dijo.
Artemiev esperó que la muchacha se retirara y miró fastidiado a Charly.
--- Se equivocó de mesa – le tembló la voz de indignación que sentía hacia el viejo de mierda que lo interpeló.
Charly fijó sus ojos claros metidos dentro de las órbitas.
--- Perdóneme, pero no lo tome a mal ¡Hoy no beba más! Usted lo sabe, mañana se va a sentir
abatido, más solo y huérfano. Hoy está "alegre" y cree que puede volar ¿No lo siente así? – dijo sereno y cruzó la pierna.
Nik enrojeció.
--- Le repito que se equivocó de mesa ¿Este es un Ashram? Viejo ¿Sos Krishnamurti? – gritó y saltó de la silla: la botella de cerveza cayó sobre la mesa, rodó y estalló
en el piso embaldosado con rombos negros y blancos. El estruendo se mezcló con
las risas y los gritos del “Imperial”.
De la barra, salió disparado un tipo que traía la cara de perro malo. Cruzaba para
echar a patadas a Artemiev.
Charly se interpuso entre los dos.
--- Esta bien Peralta, yo me hago cargo.
Se dio vuelta y le hizo una seña a Nik.
--- ¿Vamos? —dijo.
Charly estaba parado al lado de Peralta y Peralta orejeaba a ese tipo sentado, con los dientes apretados y los puños sobre la mesa. "Es un pelotudo" pensó. Se volvió a Charly.
--- Arreglame esto, viejo -- dijo.
Charlie le palmeó el hombro a Peralta "Está todo bien yo me encargo" le dijo.
Cuando Charly se sentó, Artemiev le dijo agriamente:
--- Arreglame esto, viejo -- dijo.
Charlie le palmeó el hombro a Peralta "Está todo bien yo me encargo" le dijo.
Cuando Charly se sentó, Artemiev le dijo agriamente:
--- Estoy esperando a un amigo ¿Puede dejarme? ¿Quien va a limpiar este enchastre? Por favor llame a la mesera.
Charly lo tomó del brazo.
---Vamos al Hotel, lo acompaño -- dijo.
Nik apartó bruscamente el brazo.
Esperaron que la mesera y un ayudante limpiaran la mesa, el piso y retiraran los vidrios rotos.
Una vez que se fueron, Artemiev dijo.
--- Acá se está bien y no se a que Hotel de mierda voy a parar esta noche ¡Dependo de mi amigo Dante! ¿Entendés viejo?
Miró torvo la calavera, revestida de piel lechosa. Nikita Artemiev sintió que detestaba al viejo Charly ¿Por qué? Se sentía cabreado, tragaba veneno y tampoco estaba cómodo en su piel: era el veneno de sus "humores" que lo había puesto mal, tan mal que la mente alcoholizada se concentró en el trato del banco a él, algo así como: "te pego una patada en el culo y te saco todo"
Su amigazo Gargano: gerente del banco que se lavó las manos; su mejer Freuke, de los dos tenía mucho para gritar borracho y tal vez, al día siguiente, avergonzarse. Esta noche era para desahogarse ¿Por qué?
Su amigazo Gargano: gerente del banco que se lavó las manos; su mejer Freuke, de los dos tenía mucho para gritar borracho y tal vez, al día siguiente, avergonzarse. Esta noche era para desahogarse ¿Por qué?
---Soy el rey de los boludos viejo ¿Qué más le puedo
pedir a la vida? Mi amigo me dejó ser su chofer en mi auto, que pague los gastos y lo espere ¿Me ves feliz, viejo?
--- ¿Hace mucho que está en la ruta? -- preguntó Charly.
--- ¡Un día! Y solamente hicimos cuarenta kilómetros.
--- Nik, usted jugó todas las fichas a un amigo y
el amigo lo defraudó y ahora está enojado, triste, desencantado y solo.
Artemiev se tiró
hacia atrás en la silla, cruzó los brazos, miró
reflejado en el vidrio del ventanal y a una mesa explotando de gozo.
La voz de Charly lo perseguía: era un mangangá revoloteando sobre la mesa del "Imperial"
--- ¿Se da
cuenta del error, Nik? Depender de
alguien, para solucionar el entuerto que
tenemos con la vida. Buscar en los ojos del otro un gesto de aprobación ¡Lo debilita! ¿No cree? ¡Lo hace vulnerable! Y no hablo de su amigo a quien no conozco y no dudo de que
sea una buena persona. Solamente estamos intercambiando ideas, mi viejo amigo -- dijo.
--- Hablas y hablas viejo ¿Cómo sabés mi nombre?
--- Estaba sentado en la otra mesa y lo escuché.
--- Con eso es suficiente, podés levantarte y salir. Ya no te escucho más.
Señaló el oído derecho con movimiento bruscos. Había abierto los ojos y parecía estar enajenado ¿O realmente lo estaba?
--- Qué estas haciendo acá. ¿Ves dónde estamos? ¡En el centro del tornado de la joda!¿Quien te llamó? -- gritó.
--- Por favor, serénese mi viejo amigo. Estoy con usted, lo entiendo, lo entiendo: usted es una buena persona, pero se equivoca en eso de creer que uno y otro y otro es "amigo". Creame: ningún amigo le va a solucionar ni mitigar su dolor.
Artemiev estudió al esqueleto blanco que le hablaba.
--- ¿Y vos que sabes?
--- Pero, mi viejo, haga una prueba a quien considera su fiel y entrañable amigo. Dígale a ese “amigo” que usted lo necesita y, comprobará enseguida, que su "amigo" perderá su dirección, teléfono antes de que terminen sus lamentos y pedidos a él ¿Comprende? Su amigo lo evitara, porque a su vez él o ella están en la búsqueda de protección como usted ¿Comprende?
--- Estaba sentado en la otra mesa y lo escuché.
--- Con eso es suficiente, podés levantarte y salir. Ya no te escucho más.
Señaló el oído derecho con movimiento bruscos. Había abierto los ojos y parecía estar enajenado ¿O realmente lo estaba?
--- Qué estas haciendo acá. ¿Ves dónde estamos? ¡En el centro del tornado de la joda!¿Quien te llamó? -- gritó.
--- Por favor, serénese mi viejo amigo. Estoy con usted, lo entiendo, lo entiendo: usted es una buena persona, pero se equivoca en eso de creer que uno y otro y otro es "amigo". Creame: ningún amigo le va a solucionar ni mitigar su dolor.
Artemiev estudió al esqueleto blanco que le hablaba.
--- ¿Y vos que sabes?
--- Pero, mi viejo, haga una prueba a quien considera su fiel y entrañable amigo. Dígale a ese “amigo” que usted lo necesita y, comprobará enseguida, que su "amigo" perderá su dirección, teléfono antes de que terminen sus lamentos y pedidos a él ¿Comprende? Su amigo lo evitara, porque a su vez él o ella están en la búsqueda de protección como usted ¿Comprende?
Artemiev agitó la cabeza,abrió la boca y Charly se apuró para hablar y no escuchar al ruso loco.
--- ¿Se da
cuenta del error, Nik? Depender de
alguien para solucionar el entuerto que
tenemos con la vida. Buscar en los ojos del otro un gesto de aprobación ¡Lo debilita!
¡Lo hace vulnerable!
---Hablas viejo y yo ando con mi cabeza rodando en un zamba ¡No me importa! -- gritó, se inclinó y prendió un cigarrillo.
Charly le
puso la mano sobre el brazo.
--- Por favor
Artemiev, usted busca y se humilla. Perdóneme pero sumergido en el alcohol, los
resultados agravan su situación y lo alejan de aquello que usted puede hacer, por usted. Perdóneme el atrevimiento: se rinde a la primer caricia y ahí le rompen el culo y usted empieza otra vez a destilar
su bronca con alcohol. Una y otra vez, y así, todos los días se siente
agraviado. Me pregunto y le pregunto ¿No es una excusa?
Nikita había levantado presión: estaba
exasperado.
--- ¿Qué carajo estas diciendo viejo? – gritó.
--- Por favor serénese, trato de ayudarlo.
--- ¿En qué mierda
me vas ayudar? ¡No me conoce
Nik miró
furibundo a Charly. Estaba agitado y las voces y las risas del “Imperial” lo habían sacado de curso. Se sentó mareado.
--- ¿Quién
carajo sos? – dijo ronco.
--- Soy su
amigo. Lo vi perdido, lastimado, resentido y no me equivoco si le digo que
es un enfermo alcohólico. ¿Me entiende? Cuando lo observé en el auto, tomando vodka a escondidas, tuve la impresión
de que usted, era un buen hombre, pero necesitado de ayuda, porque está solo y el alcohol lo está
matando.
--- ¿Acaso
usted, Charly, es promotor del Club del Buen Beber?
Charly sonrió.
--- Nik,
usted es ocurrente. Pero no, no enseño a beber. Le diré: soy como Usted, un
enfermo alcohólico, y mi única cura es Alcohólicos
Anónimos y yo soy uno de “ellos” que estuvo donde ahora está Usted ¿Comprende?
Quiero ayudarlo.
Nik le hizo
seña a la moza y pidió whisky. Sabía
que no podía gastar. Era un estúpido y no tenía pasta en el bolsillo.
Nikita miró a
Charly.
--- Qué opina
de lo que dijo Menandro de Atenas “No es vergonzoso nacer pobre, lo es llegar a serlo por acciones torpes” -- Nik hablo como un presumido exhibicionista intelectual y se castigó, y la vergüenza le pintó de sangre la cara.
Charly hizo una mueca.
--- Le diré
mi viejo amigo lo que Séneca escribió “No es pobre el que tiene poco, sino el que desea mucho” Usted, es inteligente y comprende que es ser pobre por acciones torpes, por desear esto, aquello ¿No le parece? Para un enfermo
alcohólico es mortal. Todos derrapamos y
volcamos mal y siempre en la curva del diablo. Usted es mayor de edad para firmar
cheques, comprar con tarjeta de crédito, endeudarse con el banco y no podrá sentirse orgulloso cuando le llegue la hora: se verá desnudo, quiero decir, estafado o mejor: frente al espejo se dirá ¿Cómo pude llegar a esto? ¿Me equivoco, mi viejo amigo?
Nikita, había cortado la cuerda que lo ataba a Charly y se puso a mirar que en el fondo del “Imperial”, estaban
probando luces y el sonido de un acto artístico: "Tango en vivo".
Y, cruzando la calle, en "Café, Tragos + Joda" ¿Que mierda estaban haciendo?
Había
estacionado un camión de la gran puta con barriles de cerveza, cajones de
botellas…y ahí andaban corriendo alrededor de lo que parecía ser el Oktoberfest de la “Convención de los Fabricantes de
Cerveza Artesanal de la
Provincia ” + Vodka Smirnoff es tu bienestar.
Aquellos en
“Café y Tragos + Tu lugar” y estos acá, en el “Imperial”, preparaban la
Super Joda del miércoles 12 de junio que se
extendería al jueves 13.
"El Imperial" , se trasvertía después de medianoche, en " El Imperial Tango Club"
Charly pareció molestarse con la actitud indiferente de Artemiev, le tocó el brazo y habló sin sonreír.
--- ¿Usted me escucha, amigo?
Imperceptible,
las luces bajaron lentamente la intensidad , hasta quedarse en penumbras. Crecía el punteo
de guitarra, ejercicio de bandoneón y el batifondo de los
clientes.
Nik volvió la cara para enfrentarse con Charly.
--- ¡Por
favor! De una puta vez, dígame ¿Qué quiere? – dijo.
--- No se
deje dominar por la ira Nikita. Cuando le dije que se deja llevar por deseos materiales, quería alertarlo ¿Sabe porqué? ¡Es la manera directa para abrir la puerta a la envidia ¡Nunca le alcanzara nada para ser feliz! ¿Comprende mi viejo amigo?
--- Me perdí
Charly, no se de qué me habla.
--- Digo, que cuando
no tiene lo que anhela, se tiene lastima. Se proyecta como héroe a sus ojos
y “no se le da”, se golpea "¿Qué mierda de hombre soy?" Entonces se abandona a
la auto compasión ¡Es así de débil! El
alcohol lo encontró y sin percatarse,
usted desciende escalón a escalón a morir: morir solo en su profundo dolor y soledad.
Nik lo
escuchó impaciente. Prendió otro cigarrillo y llamó a la mesera.
--- Tráigame un whisky y una cerveza fria, por favor.
Nikita Artemiev volvió a sufrir "¡Me matan los gastos!" Pensó.
Nikita Artemiev volvió a sufrir "¡Me matan los gastos!" Pensó.
La moza trajo el whisky y cambió el cenicero lleno de colillas.
3.
Nik miró al viejo.
--- Te voy a contar algo a propósito de lo que estamos hablando ¿Queres escuchar?
Charly abrió
los brazos y movió la cabeza.
--- Mi atención es suya – dijo.
Charly había prestado su oreja entrenada en AA y lo miraba con sus ojos brillosos entre las pobladas cejas grises.
Charly abrió la boca.
Nikita Artemiev tenía el coco encendido en alcohol y le gritaba a Charly: "!Qué puto había resultado ser Gargano, ese pedorro gerente del Banco de la Provincia que se la daba de amigo (Ver Relato 1)
Charly había prestado su oreja entrenada en AA y lo miraba con sus ojos brillosos entre las pobladas cejas grises.
--- La nuestra era una relación...¡Una relación de hermanos. ¡Gargano era carnal! ¿Entiendes viejo?" -- pegó un puño sobre la mesa, como rematando la frase. Los vasos temblaron y Charly dio un respingo. Aparte, nadie se dio cuenta: todos estaban de jarana y sus risas tapaban los gritos de Nikita.
En la penumbra, en el rincón se atendía los preliminares de la misa tanguera: haces de luces sobre el fondo, reflectores cenitales, las sillas vacías del cuarteto. tres micrófonos de pie y una torre de sonido por cada lado del agujero que habilitaba al escenario.
Nikita Artemiev le gritó en la cara de Charly: "A Gargano lo visitaba en su despacho para repasar chismes, reírnos y renovar el rojo de la cuenta corriente, le decía como quien no quiere la cosa, riendo como si fuese un chiste le decía "Dame el papel que tengo que firmar" "¿No lo vas a leer primero?" "¿A qué le voy a tener miedo?" En éste punto viejo, diré que mis gastos eran estúpidos, inútiles, vacuos ¡Mierda, lo reconozco y me mato una y otra vez, Charly!
--- Por favor, tranquilícese Nik -- pareció llorar el viejo.
--- No te preocupes, soy cobarde --Nikita elevó la voz porque frente al zumbido de los centenares de abejorros , sus gritos se asemejaban a sordas lamentaciones señiles.
Nikita Artemiev continuo su relato.
"Volviendo a mi amigo ¡Años de farra y el Gerente del Banco me atendía con café, medialunas. Y te digo viejo, cuando yo salía de su oficina, tenia el pecho hinchado de…de ¡Vamos! ¡ Soberbia!” Nik respiró hondo y tomó un trago de whisky puteando que en un vaso, parecido a una jarra, le volcaban dos gotas del oro liquido. Miró a Charly y gritó.
“Me abría paso a empujones en el hall, atestado de miserables que esperaban ser atendidos por problemas iguales a los míos: crédito personal, descubiertos, tarjetas . El amor propio, mi ego decía que "mi deuda" era "Inteligente" ¡Por dios, no era más que un espejo negro, un estúpido engaño”
La continuidad de los lamentos de Nik, no parecían tener fin y Charly no podía meter ni un bolo en la escena y pensaba como daría cuenta a los de AA de su fracaso. Entre táctica, y elaboración de salir elegante, Nikita bombardeaba a Charly sin importarle un comino, hablaba con voz de trueno.
“Mi negocio, “Pushkin libros”, siempre estuvo cayéndose y no se desplomaba, porque estaba pegado con mocos: entiéndase "mocos por créditos del banco" y el rojo del Provincia pasó a ser mi cruz y, al mismo tiempo como un diabólico desafío, crecía la compulsión al consumo de todas las porquerías que requería mi mujer, mis hijos y yo mismo en alcohol, boliches y minas"
Charly abrió la boca.
“No digas nada viejo -- gritó Nikita -- Ya conozco tu discurso. Atendé lo que voy a decirte ahora ¡Fue una época de locura! Perdido por perdido mi mente colapsó. La desesperación y el terror a perder todo, resulto ser como un dinamo que me inyectaba energía de “Vivir de una sola vez y hacer de la vida un puto cuento, sin medir las consecuencias. Parecía ser el ultimo segundo de entusiasmo antes de morir” ¿Conoces esa sensación, Charly?.
Era una lamentable carrera de galgos entre Charly y Nikita Artemiev. En la pausa que hizo Nik, Charly se le adelantó.
--- Mi abuela se sentó en la cama, abrió lo ojos y me vio llorando. "¿Qué haces maricón? ¡Otra vez no fuiste a la escuela! Espera que te agarre, vago de mierda" Fueron sus últimas palabras, después cayó de espaldas y dejó de respirar. ¡Me asustó amigo Nik! Lloré una semana de miedo y mi madre y mis hermanos creían que era por la vieja.
--- Mi abuela se sentó en la cama, abrió lo ojos y me vio llorando. "¿Qué haces maricón? ¡Otra vez no fuiste a la escuela! Espera que te agarre, vago de mierda" Fueron sus últimas palabras, después cayó de espaldas y dejó de respirar. ¡Me asustó amigo Nik! Lloré una semana de miedo y mi madre y mis hermanos creían que era por la vieja.
Nikita se rió y lo pasó a Charly en la curva y vociferó el relato en desarrollo “Obviamente, cada tanto, me daba de narices con el dique de contención ¡Los de arriba, la Junta Directiva, la que exige, da ordenes al Gerente de sucursal! Entiendes viejo, te pregunto carajo: entiendes?"
Charly asintió, aunque su generosa atención del comienzo se endurecía a medida de que los gritos de Nikita, por momentos, eran incontrolables.
Un terrible trueno, seguido por relámpagos, hizo saltar de las sillas a todos los del “Imperial”. Enfrente, los pendejos de “+ Tragos y Joda” chillaban, gritaban como si se hubiesen inyectado mas adrenalina de la que les recorría la sangre con el alcohol, las drogas y el tabaco.
Fue un disparo de puta madre en Villa del Parque. Un fogonazo de miedo y zozobra y nada más: todos volvieron a enroscarse en la interminable fiesta de un jueves hábil después de medianoche.
Nikita Artemiev le dio caña a su mal humor "¿Nadie trabaja?" Y sin perder la punta de la carrera, continuó el relato a los gritos.
“Corría al Banco a cualquier hora con el mismísimo diablo alentandome y llegué a ir cada dos horas, para depositar en el buzón, las ventas del instante. Como dice la Segunda Ley de Chisholm: “Cuando las cosas simplemente no pueden ser peores, empeorarán”
Nikita terminó sin aliento, pegó un golpe en la mesa con el puño, abrió los dedos de la mano y miró al viejo sentado enfrente, inmóvil estirando la cabeza como una esfinge. Artemiev pareció recuperarse de alguna piedra que lo tiró a la mierda del risco, giró la cabeza y llamó a la moza: pensó en otro whisky y cerveza helada.
--- ¿Donde está el hijo de puta de Dante?
Referencia
(1)
Los hechos y/o personajes de
"JUNIO y 50 Relatos"
son ficticios.
Cualquier similitud con la realidad
es pura coincidencia
FIN
RELATO 18 a
S E G U I M O S E N C U R S O
"Nik va derecho al hígado de Charly y termina disparando golpes a tontas y locas"
18 b.
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