La última hora de Nik y Dante en Villa del Parque; Jueves 13, 8:12 am.
1
Amanecía en Villa del Parque y Dante, que se había levantado temprano, le sacó de un tirón los mugrientos trapos con cubrían el enroscado cuerpo de Nik.
---¡Vamos ruso! ¡Arriba que se hace tarde! -- gritó Dante.
Nikita puteó y se sentó en la cama cagado de frío: tenía náuseas y sentía la cabeza como astillada.
--- Necesito un analgesico -- dijo.
--- ¿Qué pasa Ruso? ¿Te dura el pedo de ayer? ¡Analgesico! -- se rió -- corre a la ducha, bailá la resbalosa. Movete, movete ya.
--- Andate a cagar.
Dante tiró un pedo en la jeta de su amigo y entró a ducharse gritando.
Nik miró la claraboya gris y pensó que el día era de la puta madre. Volvió a putear porque en el Royal Hotel no había ventanas: sólo paredes descascaradas, y enormes manchas de hongos: la humedad se deslizaba como babas negras. Nikita apoyó los ojos en un afiche que estaba clavado para tapar un pedazo de revoque caído. Estuvo un largo rato mirando el borde superior izquierdo de la fotografía ¿Era un agujero de la mugrosa pared o un pájaro sobre el agua azul del mar? Se cansó, porque ni siquiera podía alcanzar con el brazo y la mano extendida, esa cagadita negra, de tan alto que habían hubicado el poster.
Se volvió acostar acurrucado y tirando su cuerpo unas raídas frazadas grises del ejército napoleónico.
Sea como fuese, la mujer sentada en la arena le alegró el corazón. Cerró los ojos y volvió a dormirse. Dormía de a ratos, se despertaba, se acurrucaba apretando las rodillas contra el pecho, las manos entre los muslos para darse calor: era inútil, el gélido amanecer lo congeló hasta la médula. Con mal humor y destilando rabia, tiró la frazada y trotó en los dos metros de espacio entre la puerta y el baño. No le sacaba los ojos de la foto: la playa, la arena, el sol, el mar azul y la muchacha sentada mirando a la lejanía. Eso arriba ¿Qué carajo era? ¿Un pájaro? ¿La cagada de una mosca?
Sea como fuese, la mujer sentada en la arena le alegró el corazón. Cerró los ojos y volvió a dormirse. Dormía de a ratos, se despertaba, se acurrucaba apretando las rodillas contra el pecho, las manos entre los muslos para darse calor: era inútil, el gélido amanecer lo congeló hasta la médula. Con mal humor y destilando rabia, tiró la frazada y trotó en los dos metros de espacio entre la puerta y el baño. No le sacaba los ojos de la foto: la playa, la arena, el sol, el mar azul y la muchacha sentada mirando a la lejanía. Eso arriba ¿Qué carajo era? ¿Un pájaro? ¿La cagada de una mosca?
Desde hace una hora, Dante ocupaba el baño y todavía seguía acicalándose. Se afeitó 2 veces con la March 3
Turbo y empezó la tercer pasada.
Nik se acercó a la cama en
la cual su amigo había dispuesto sus frascos, pomos, frasquitos: “Loción Alter
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aqua men. Sacó un aerosol al azar y leyó: LP Nude Aqua Mousse Curl Tecni Art Loreal.
--- ¿Qué mierda es esto? -- gritó
--- Para darle brillo a los
rizos.
--- Pero está lloviendo
boludo.
--- Deja, no sabes
nada.
Nikita encontró un sticker de letra pequeña que explicaba: “Nude Aqua
Mousse” es un producto que le da a los rizos un tacto natural sin efecto acartonado. Aqua-Espuma es para redefinir los cabellos rizados. Fibra ligera y voluptuosa"
Había más frascos que Artemiev
no se tomó el trabajo de preguntar para qué carajo servían. Todos los frascos apuntaban al único objetivo: la exquisita presencia de Dante despidiendo una nube de perfume a un kilómetro de distancia.
Cuando Dante termino de
perfumarse y vestirse pasaron dos hora y Nik había trotado, husmeado: se acostó y levantó cien veces. Se moría por un café cargado doble, un sándwich de jamón crudo, Alka Seltzer... pero con Dante todo era difícil. Al rato escuchó al amigo hablarle y saltó de la vieja cama de hierro a resortes y lo vió como si hubiese salido de "Galerías Lafayete"
--- Ruso, trae el Chevy donde lo dejaste, frente al "Imperial" ¿Te acordas? Saca los bolsos y fijate que no quede nada en la pieza. Esperame que ya vengo -- dijo.
Dante tenía puesta la campera negra, el morral Vuitton colgado del hombro derecho, se calzó lo lentes oscuros.
--- Nos vemos -- dijo y salió.
--- Nos vemos -- dijo y salió.
Nik entró y salió como un pedo en el baño, se puso la misma ropa y sentado en la cama miró en derredor. La bolsa de Dante estaba echa, pero la suya no. Dejó todo como estaba y salió a buscar el Chevy: por el camino tomó un café y una ginebra para recuperar el equilibrio.
Y volvió a la lluvia, los paraguas... aliviado para enfrentar el día.
Y volvió a la lluvia, los paraguas... aliviado para enfrentar el día.
Por el puto camino mojado, entre la niebla y gotas de lluvia, recordó al tipo que la noche anterior, en medio de la calle, entre el "Bar + tu trago y tu Joda" y "El Imperial", cantaba con el torso desnudo como si fuese Freddy Mercury delante cientos de delirantes borrachos con vasos plásticos de Vodka Smirnoff que repartían las promotoras del evento.
A las 8 de la mañana, Nikita Artemiev entonaba bajito "Love of my Life" mientras buscaba el Chevy amarillo que estacionó el día anterior en la plaza de Villa del Parque.
A las 8 de la mañana, Nikita Artemiev entonaba bajito "Love of my Life" mientras buscaba el Chevy amarillo que estacionó el día anterior en la plaza de Villa del Parque.
https://www.youtube.com/watch?v=o8znePQ2j2E
Nikita Artemiev seguía obsesionado y sangrando la herida que le dejó en el corazón Eva.
Encontró el Chevy amarillo y subió. La melodía de "Love of my Life" le pegó a Nikita. Caminó cantando, subió al Chevy y lo condujo al Hotel Royal, cantando como si tuviese un caramelo duro en la boca. Puteó subiendo y bajando dos pisos con los bolsos, siempre con la invisible compañía de Eva.
Así, chalado, Artemiev repetía sin solución de continuidad
Adentro del Drugstore, Nikita tenía la frente perlada de gotas de sudor.
--- ¿No podrán bajar la calefacción -- habló Nik.
--- Dejate de joder ruso -- Dante musitó y siguió tecleando la Laptop.
Consumieron todo: la última gota de café, de agua, de Paso de los Toros y dejaron los envoltorios vacíos. Aparte de botellas y papeles, no quedaba miga alguna.
Salieron del Drugstore y caminaban por el playón de YPF. De pronto los chocó de costado, un muchacho traspirado, pareció trastabillar, se recuperó y continuó corriendo perseguido por una turbamulta agitada, agresiva y vocinglera.
--- ¡Hijo de puta! ¡Chorro! Te vamos a cortar los huevos.
--- ¿Qué mierda pasa? – gritó Nik.
Dante le tocó el codo.
--- Persiguen al boludo aquel. Ese que corre entre los autos – gritó y sacó el revolver de la cintura.
Artemiev retrocedió.
--- ¿Otra vez a los tiros? – dijo.
Nik recordó cómo salieron a los tiros de Los Jacarandá
Dante no tenía tiempo de explicarle y salió corriendo con la turba que perseguía al pibe. Tenía alzada la Glock 22 por arriba de las cabezas.
Artemiev miró atrás.
Un grupo de vecinas socorrían a una vieja, a la cual el chorro menor de edad, inimputable, había querido arrebatarle la cartera, y el tire – afloje entre la vieja y el ladrón, terminó tirándola sobre un charco de agua sosteniendo contra su pecho el objeto de la rapiña. Los gritos y los llantos atrajeron la atención de alguna gente que la auxilió, en tanto otros corrían engrosando al compacto grupo perseguidor.
--- ¡Pará! ¡Pará hijo de puta! – gritaba el coro.
La mujer, de unos 70 años, estaba deshecha: lloraba de frío, dolor y humillación con la vieja cartera contra el pecho. Le trajeron una silla. Se quejaba del dolor en el hombro y era posible que lo tuviese dislocado o fracturado. Tenía las manos deformadas por la artrosis. Alguien le alcanzó sus anteojos rotos. La abuela agradeció llorando, apretando fuerte a su pecho el objeto de la rapiña.
Los gritos y los llantos atrajeron la atención de las vecinas que la auxilió, en tanto otros corrían engrosando al compacto grupo perseguidor.
--- ¡Pará! ¡Pará hijo de puta! – gritaban.
La horda cercó al pendejo a tiro de patadas y golpes de puño. Nik saltaba de atrás para ver. El griterío alrededor del adolescente era tremendo y la golpiza mortal.
"Amor de mi vida no me dejes. Haz robado mi amor, ahora me abandonas.
Amor de mi vida, ¿no puedes ver?
Tráelo, tráelo,
no te lo lleves de mi, porque tu no sabes
lo que significa para mi
Había parado de llover, las
calles estaban mojadas. El viento había rotado al este: era frío y todo lo
fuerte como para empujar a los apurados empleados. La mañana se había cargado de gruesas pinceladas grises y negras nubes en vertiginoso movimiento sobre Villa del
Parque.
2
Dante y Nik estaban en el "Full" YPF y dos playeros de la Estación de Servicio revisaban el Chevy amarillo: agua, aceite, gas, agua y paño sobre el parabrisas, aire en las ruedas. Los playeros de mameluco azul, corrían eludiendo el frío que los tenía agarrado de las bolas. Adentro del Drugstore, Nikita tenía la frente perlada de gotas de sudor.
--- ¿No podrán bajar la calefacción -- habló Nik.
--- Dejate de joder ruso -- Dante musitó y siguió tecleando la Laptop.
Consumieron todo: la última gota de café, de agua, de Paso de los Toros y dejaron los envoltorios vacíos. Aparte de botellas y papeles, no quedaba miga alguna.
Salieron del Drugstore y caminaban por el playón de YPF. De pronto los chocó de costado, un muchacho traspirado, pareció trastabillar, se recuperó y continuó corriendo perseguido por una turbamulta agitada, agresiva y vocinglera.
--- ¡Hijo de puta! ¡Chorro! Te vamos a cortar los huevos.
--- ¿Qué mierda pasa? – gritó Nik.
Dante le tocó el codo.
--- Persiguen al boludo aquel. Ese que corre entre los autos – gritó y sacó el revolver de la cintura.
Artemiev retrocedió.
--- ¿Otra vez a los tiros? – dijo.
Nik recordó cómo salieron a los tiros de Los Jacarandá
Dante no tenía tiempo de explicarle y salió corriendo con la turba que perseguía al pibe. Tenía alzada la Glock 22 por arriba de las cabezas.
Artemiev miró atrás.
Un grupo de vecinas socorrían a una vieja, a la cual el chorro menor de edad, inimputable, había querido arrebatarle la cartera, y el tire – afloje entre la vieja y el ladrón, terminó tirándola sobre un charco de agua sosteniendo contra su pecho el objeto de la rapiña. Los gritos y los llantos atrajeron la atención de alguna gente que la auxilió, en tanto otros corrían engrosando al compacto grupo perseguidor.
--- ¡Pará! ¡Pará hijo de puta! – gritaba el coro.
La mujer, de unos 70 años, estaba deshecha: lloraba de frío, dolor y humillación con la vieja cartera contra el pecho. Le trajeron una silla. Se quejaba del dolor en el hombro y era posible que lo tuviese dislocado o fracturado. Tenía las manos deformadas por la artrosis. Alguien le alcanzó sus anteojos rotos. La abuela agradeció llorando, apretando fuerte a su pecho el objeto de la rapiña.
Los gritos y los llantos atrajeron la atención de las vecinas que la auxilió, en tanto otros corrían engrosando al compacto grupo perseguidor.
--- ¡Pará! ¡Pará hijo de puta! – gritaban.
La horda cercó al pendejo a tiro de patadas y golpes de puño. Nik saltaba de atrás para ver. El griterío alrededor del adolescente era tremendo y la golpiza mortal.
Vio a un viejo y lo escuchó que gritaba abrazado al adolescente.
--- Llamen a la policía ¡Ustedes no! ¡Por favor! Llamen a la policía.
Apartaron a al viejo de un empujón, que lo envió trastabillando treinta metros.
El pendejo se había escabullido de la turba arrastrándose entre los que lo tenían rodeado. Sorprendidos, explotaron con furia y lo agarraron más adelante para matarlo a patadas.
Cuatro motos infernales de la policía provincial irrumpieron en la calle. Iban de frente ocupando la calle y equipados para la guerra: los cascos de acero les daban la temible e indiferente actitud de letales instrumentos que no se detendrían ni ante su madre. Nik corrió a la vereda y se enredó con el pastizal, y escuchó el estampido de los caños de escape que lo tiró de culo contra la pared lateral del Bingo.
Por todas partes se escuchaban sirenas de móviles de la policía en otras calles cercanas, como si hubiese una orden de rodearlos y llevarse al ratero.
Dante venía corriendo, había guardado la pistola.
--- Salgamos de acá – gritó.
--- ¿Qué pasó?
--- Lo están matando a patadas.
Artemiev se alejó y miró al fondo de la calle: el grupo vengador se corrió y las motos policiales siguieron de largo aplaudidos por la gente que rodeaban al chorro inimputable moliendolo a patadas y trompadas.
3
Dante le indicó a Nik como salir del laberinto de la Ciudad del Parque al rulo de la Autopista Nacional 3, salieron de la colectora, las ruedas salpicaban con agua y barro en dirección Este. Dante se acomodó en el asiento y Nikita tragó saliva amarga, buscó la botella de agua mineral y tomó hasta vaciarla.
Tiró la botella plástica al asiento de atrás y miró a Dante.
Tiró la botella plástica al asiento de atrás y miró a Dante.
Dante no se molestó en contestarle.
--- ¿No tenes una Uzi? -- insistió Nik.
--- ¿Para qué mierda querés saber? -- Dante contestó irritado y le señaló la banquina, al tiempo que gritaba.
--- Pará boludo ¡Ahora te muestro ruso! -- le brillaban los ojos.
--- Dejá de boludear y sigamos.
Dante sacó la Glock del morral.
--- ¡Mirá boludo! – Y apuntó hacía los autos que pasaban como flechas explosivas.
--- ¿Para que mierda llevas esa cosa? ¡Eso mata!--- Claro boludo ¿Es un juguete? ¡Pará carajo! -- gritó irritado Dante.
--- ¡Estas loco!
Detuvo el Chevy en la banquina.
Dante saltó del Chevy amarillo esgrimiendo la Glock a la vista.
--- Bajá ruso que te muestro.---Dejate de chingadera, no ves que hay barro hasta el culo.
--- Concha de tu madre – gritó Dante alejándose.
Artemiev bajó, sintió frío y el viento lo dió vuelta. Hundió las manos en los bolsillos, levantó la cabeza: Dante saltaba charcos con la Glock en alto.
Artemiev bajó, sintió frío y el viento lo dió vuelta. Hundió las manos en los bolsillos, levantó la cabeza: Dante saltaba charcos con la Glock en alto.
--- ¡Vamos! -- gritó.
---¿Tenés miedo? ¡Mirá boludo! – se paró sobre la AU3 con las piernas abiertas y la pistola alzada hacia los Trucks del MERCOSUR que pasaban a más de cien levantando chorros de gotas de agua sucia, barro, aceite, gasoil. Los ensordecedores bocinazos le arrancaban los dientes a Nik.
--- !La puta que te parió!
Los Volvo, Iveco, Scania, Mercedes Benz, Man Tgx; saludaban a Dante agitando las armas propias con los brazos fuera de las ventanillas, armando una cadena de bocinazos y balacera entre las nubes que se extendían sobre ellos como sabanas negras.
--- !La puta que te parió!
Los Volvo, Iveco, Scania, Mercedes Benz, Man Tgx; saludaban a Dante agitando las armas propias con los brazos fuera de las ventanillas, armando una cadena de bocinazos y balacera entre las nubes que se extendían sobre ellos como sabanas negras.
Nik dejó de protestar, se sentía un estúpido celador y se recostó en el Chevy amarillo con las manos en los bolsillos. Tenía la cabeza metida en la capucha de la campera y un cigarrillo pegado en los labios.
--- Están todos descerebrados – dijo.
Fin
RELATO 20
Los hechos
y/o personajes de "JUNIO/50 Relatos
Son ficticios.
Cualquier semejanza co la realidad
es pura coincidencia.
S E G U I M O S E N C U R S O
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EN VILLA DEL PARQUE"
Entrada de Nikita Artemiev y Dante, entraban en Villa del Parque en el Chevy amarillo. Dante, que estaba trabajando, dejo a Nik y éste, perdido en Villa de Parque, busca de que puta manera podía sentirse bien.
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Nikita espera a Dante en el Restó-Bar y tragos "El Imperial" A Nik se le acerca un guardián de AA (Alcohólicos Anónimos) El encuentro fue: "¡No necesito a nadie!" y la respuesta de Charly "Usted esta solo, sufre y está solo"
Después de las 12 de la noche, comienza la la noche de música de bandas, promociones de vodka, quinteto de la Orquesta de Tango CG. Los dos Resto-Bar-Café y Tragos transforma el local en el cual cada uno, mantiene su identidad y se libera la calle para extender el espacio a los centenares de pendejos enloquecidos
Nik Artemiev y Dante salen de la "gran joda" de la calle que dividía dos exclusivos "Boliches" "El Imperial" y el "Bar+Tragos", frente a la Plaza Central. Caminan hacia el hotel "Royal", antes, Nikita obliga a Dante a entrar en un Bar y contó un relato de verano.
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